¿Qué es?
Lucha del garrote
Tras la conquista de las islas, a la población indígena se le prohibió el uso de armas por lo que su práctica cayó en la clandestinidad.
El garrote pervivió entre los pastores canarios como utensilio de apoyo en los desplazamientos y como arma en las disputas derivadas de los desacuerdos por la posesión de ganado, pastos, etc. Así se conservó como una lucha tradicional clandestina que se enseñaba en el ámbito familiar.
A partir de la mitad del siglo XX, con el abandono de los campos, comienza el declive de esta práctica por su desarraigo del mundo rural en el que se conservó. En los años 80, un joven y entusiasta Jorge Domínguez Naranjo inicia una investigación exhaustiva que le lleva a entrevistar a los pastores de las islas.
Gracias a esta tarea, recopila las diferentes técnicas que conservaban celosamente y que forman parte de la estructura técnica de La Lucha del Garrote Canario.
Agarre y posición del cuerpo.
El garrote se sujeta por el centro con ambas manos separadas (aproximadamente el ancho de los hombros). El cuerpo colocado de forma frontal con respecto al o la oponente para defender y golpear con ambos extremos. La lucha del garrote incluye entre su variado repertorio técnico los enganches, derribos, revoleadas, caracoleadas, etc.
Características
El garrote es un arma de madera gruesa (que llene la mano) de aproximadamente el tamaño de la persona garrotista.
Lo podemos encontrar en tres tamaños:
- Garrote corto: aproximadamente hasta el hombro de quien lo porta.
- Garrote medio: de la misma altura de los o las garrotistas.
- Garrote largo: por encima de la cabeza de quien lo usa.
Según las islas, el garrote también recibe el nombre de lata, lanza, asta o “astia”, aunque la denominación más extendida y genérica es garrote.
En el léxico de la lucha del garrote se dice pelear, luchar o jugar, siendo jugar sinónimo de manejar.
Tipos de madera: En cuanto al material usado para su elaboración encontramos, entre otras, maderas autóctonas como el acebuche (Olea europaea spp guanchica), el “afollao” (Viburnum rigidum Vent) y el acebiño (Ilex canariensis Poir), y frutales como el membrillero (Cydonia Oblonga) o el almendrero (Prunus Amygdalus). Para los entrenamientos es muy usada la madera de eucalipto (Eucalyptus) por su fácil obtención.
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Preguntas frecuentes
Ante las numerosas consultas recibidas debido a la desinformación y bulos que están circulando, y que afectan a esta Federación, se cree necesario compartir las aclaraciones que se han dado a estas dudas. Por tal motivo se irán difundiendo en esta sección.
La conciencia crítica no brota por impulso automático, es fruto de un proceso educativo
(Manuel Alemán)
Y todo proceso educativo debe estar sujeto a la información veraz y no manipulada (FLGC)
¿La Federación desciende de un estilo tradicional?
La Federación es la representante del garrote canario, y desciende de las agrupaciones de practicantes que surgieron en línea directa con los antiguos practicantes (personas ya mayores) cuando se rescató la lucha del garrote. Por lo tanto es la transmisora de las enseñanzas de todos los maestros de la tierra (antiguos practicantes) que quedaban en Canarias en las décadas de los 80 y 90 (https://garrotecanario.es/maestros-del-garrote-canario) formando una gran comunidad portadora.
Hablar de la lucha del garrote es referirnos a un arte de combate desarrollado con el instrumento propio del pastor canario, el garrote, con nombres diferentes según las islas como lata, asta o astia y lanza. Este modo de lucha se caracteriza por que usa un utensilio grande y fuerte, se sujeta por el centro con las dos manos separadas y el cuerpo colocado frontalmente con respecto al oponente, para proceder al empleo sistemático de los dos extremos con sus característicos enganches, puntas, revoleadas y técnicas de derribo. Esta definición es la aparece en la Orden de 15 de septiembre de 1992 que regulaba la constitución y funcionamiento de las Agrupaciones Canarias de los Juegos y Deportes Autóctonos (https://www.gobiernodecanarias.org/boc/1992/173/boc-1992-173-001.pdf).
Estamos refiriéndonos a una práctica que estuvo a punto de desaparecer después de permanecer siglos entre el pueblo canario desde sus raíces prehispánicas. Su rescate se realizó al límite de su existencia gracias a la tarea de un investigador, Jorge Domínguez Naranjo, quien rastreó en la memoria de los informantes, ya personas mayores (desde los años 80 ha salvado la información de mano de más de 100 informantes, personas nacidas a principios del siglo XX), para recopilar las técnicas, historias y vivencias vinculadas a esta práctica tradicional. Pueden consultar la bibliografía existente en https://garrotecanario.es/bibliografia-del-garrote-canario .
Gracias a este trabajo recopilatorio (actualmente Jorge Domínguez es presidente de honor de esta Federación) se mantuvo esta práctica viva y no cayó en el olvido. Hoy en día y gracias a la labor de la Federación de Lucha del Garrote Canario ya no es una práctica clandestina sino un arte tradicional de combate que, además, cuenta con una especialidad deportiva que facilita su introducción en los centros educativos y en su conocimiento en la sociedad del siglo XXI.
¿Quién les enseñó?
La Federación se ha nutrido del trabajo y enseñanza de Jorge Domínguez (iniciada hace más de 40 años), quien gracias a su investigación evitó que se perdieran las técnicas de los maestros de la tierra (escucha a d. Manuel Guedes hablando de esos primeros momentos del rescate). A medida que rescataba esta práctica, la compartía con la población canaria. Esto dio como fruto la vuelta a la vida del garrote y la creación de grupos de practicantes (llamados «pilas») que terminaron creando la Federación de Lucha del Garrote Canario. Citamos algunos de estos maestros que están en las raíces del garrote y que aportaron su saber: d. Francisco Caballero Rodríguez (Valsequillo), d. Antonio Calderín Rodríguez (Valsequillo), d. Gregorio Gil Molina (Gáldar), d. José Guerra Montesdeoca (Villaverde), d. Eloy Quintero (El Pinar de Tabique), d. Manuel Suárez Mena (La Calzada), d. Simeón Alberto Brito (La Antigua), d. Fernando Jiménez Velázquez (Telde), d. Juan Brito Martín (Tinajo), d. Domingo Mederos Reyes (Gáldar) o d. José Vicente Rivero Quintana (Valleseco).
Desde el principio, la preocupación de quienes practican en los clubes de la Federación ha sido la conservación tradicional de este modo de lucha y la transmisión de las técnicas recibidas directamente de los informantes. Al mismo tiempo hemos intentado garantizar la seguridad de practicantes de lucha del garrote, tal y como establece las leyes derivadas de las instituciones deportivas y educativas. Hemos buscado maneras para que, en la especialidad deportiva, cuando se haga una competición no hayan accidentes, usando en ese momento protecciones.
Algunas escuelas y clubes que se hacen llamar tradicionales afirman que títulos como el de profesor no son válidos. Sin embargo, veo que se utiliza dentro de la Federación. ¿Por qué?
No estamos seguros de entender la pregunta. La Federación ha ordenado la enseñanza de la lucha del garrote, tal y como se hace en cualquier sistema educativo, para avalar la idoneidad de la enseñanza de la lucha del garrote. Ha secuenciado los contenidos, ordenado la gran riqueza técnica del garrote y realiza exámenes que garantizan un profesorado preparado. Nadie puede autoproclamarse profesor o maestro. Hay que tener en cuenta que es la Federación de Lucha del Garrote Canario la que tiene competencias para nombrar sus monitores, instructores y maestros, tal y como viene haciendo desde su creación en 1997. Esta Federación es la que tiene mayor antigüedad dentro de las modalidades autóctonos y tradicionales después de la de la Federación de Vela Latina Canaria y la Federación de Lucha Canaria.
Algunos practicantes que se dicen tradicionales también afirman que en realidad no es un arte marcial sino un «juego de palo». ¿Qué piensas sobre esto?
¿Practicantes tradicionales? ¿Se refiera a algún club que se autodefine así? Nosotros hacemos garrote tradicional, no hay otro. El garrote siempre se utilizó para defenderse. Primero de los conquistadores, después de los ataques piratas, en las revueltas sociales, en las peleas que surgían. Existen muchas citas históricas que dan cuenta de ello. Dejamos tres:
- George Glas reflejó en 1764 el uso de garrotes y piedras de los isleños en su defensa:
Durante la guerra entre Inglaterra y España, que empezó en 1739, un corsario inglés llegó a la Bahía de Las Playas, en Fuerteventura, y desembarcaron muchos hombres, que se adentraron en la isla. Pero no anduvieron muy adelante, cuando una multitud de nativos, armados sobre todo con garrotes y piedras, los atacaron furiosamente, mataron a la mayor parte, e hicieron al resto prisioneros (Glass, 1982, p. 55).
- El atropólogo René Verneau, quien describe en 1897, en su publicación Cinco años de estancia en las Islas Canarias, que:
Al salir de la iglesia, muchos individuos se van a emborrachar con el aguardiente que les envían las naciones civilizadas o con el que se comienza a fabricar en el país. Con frecuencia, el día se termina con peleas, en las que el garrote y sobre todo el cuchillo desempeñan un gran papel (Verneau, 1987, p. 196)
- Domingo J. Navarro, quien contó en 1895 en su libro Recuerdos de un noventón que, durante los enfrentamientos entre liberales y monárquicos en Gran Canaria:
El pueblo de Teror fue el centro de los amotinados del Norte, capitaneados por un fornido palurdo que manejando un grueso garrote y enseñándolo, gritaba: este es el jefe pulítico que too la gubierna. Mañana diremos a la siudá a machacá el mojo en la cabeza de María Cebolleta (estatua de la libertad), y de toos sus milicianos (Navarro, 1991, p. 120)
Lo de juego vino más tarde. Y lo testimonian las personas mayores que transmitieron este arte de combate:
- Don Manuel Guedes Rodríguez, nacido en 1920:
(…) después más tarde, se fueron separando. Antes se decía “pelear” o “luchar al garrote”. Lo de “jugar al garrote”, eso vino más tarde, en los años que esa gente estaban ya casi dejados (Domínguez, 2018, p. 70).
- O don Antonio Calderín Rodríguez, nacido en 1901, que habla de este intento de dulcificar el uso del garrote como arma:
El garrote tiene que tocarlo de esta forma, y con la misma tiene usted que tener la livianeza de pegarle al hombre; en las patas o en donde sea. ¡Sí señor!, hay que tocar a la persona pa que la sangre le corra. Porque eso de jugar como juegan los chiquillos, no puede ser. Y es que las cosas antiguas eran muy distintas a las de hoy. (Domínguez, 1918, p. 69)
Hay que tener en cuenta que no estaban permitidas las peleas con garrotes por lo peligroso. La palabra juego disimulaba su intención. Por otro lado, también hay que decir que jugar el garrote es sinónimo de manejar el garrote.
- Don Manuel Suárez Mena, nacido en 1922 decía:
Estuvo prohibido porque está dispuesto a que un hombre mate a otro. En el balance ese le coge el pescuezo, si el otro no va marcando los puntos, lo puede esnuncar. (Domínguez, 2018, p. 65).
Viendo que el garrote se usaba para defenderse y que la definición de artes marciales es, según la Wikipedia, prácticas y tradiciones cuyo objetivo es someter o defenderse mediante una técnica concreta, la lucha del garrote es un arte marcial tradicional canario, es un sistema de defensa, es un arte de combate. Esto no quita para que, a la vez, tenga una práctica deportiva con garantías de seguridad.
El juego del palo es otra modalidad descrita también en este boletín oficial de Canarias: https://www.gobiernodecanarias.org/boc/1992/173/boc-1992-173-001.pdf
En él dice del juego del palo:
Este juego se caracteriza por la utilización de una vara, cuya altura puede alcanzar entre el corazón y la barbilla del jugador, para ser sujetada por un extremo con las dos manos juntas, estando el cuerpo colocado lateralmente con respecto al contrario. Con este agarre y posición, se realizan unos movimientos circulares o semicirculares siendo importantes el muñequeo y el cambio continuo de las cuadras (caderas).
La Federación de Juego del Palo es posterior a la Federación de Lucha del Garrote y ahora mismo se está en litigio por invasión de competencias con respecto al garrote. No entendemos cuál es el interés por querer también hacer garrote.
¿Dentro de la Federación existe alguna calificación o certificación que se requiere para convertirse en club o escuela?
En primer lugar, el club o pila (denominacón tradicional) debe estar inscrito en el Registro de Entidades Deportivas de Canarias. Una vez legalizado, debe solicitar la adscripción a nuestra Federación. Por supuesto. Los clubes tienen al frente a personal reconocido por la Federación para garantizar una enseñanza correcta de este arte tradicional de combate. Estas pilas o clubes inscritas participan de la actividad federativa: talleres, cursos, exámenes que autentifiquen el conocimiento adquirido, participación en eventos, etc.
¿Cómo encuentra la Federación a los estudiantes?
La Federación siempre está abierta a las personas interesadas en este arte tradicional de combate y es una entidad oficial abierta, democrática y transparente. Desde que se comenzó con el rescate en los años 80 y se desembocó en la creación de esta Federación se realizan demostraciones y talleres públicos y en centros escolares, publica las investigaciones y técnicas recopiladas, etc.
Cuando alguien tiene interés en acercarse a esta práctica tradicional de combate, contacta con la Federación quien le informa de dónde puede aprenderlo.
¿Cómo ha ayudado la Federación a difundir el conocimiento sobre este arte?
Aparte de los talleres y exhibiciones, la Federación de Lucha del Garrote ha publicado las técnicas rescatadas para que la sociedad canaria las conozca (https://garrotecanario.es/bibliografia-del-garrote-canario). Además divulga otras publicaciones serias sobre este sistema de combate autóctono. Creemos que esta práctica tradicional tiene que estar al alcance de toda la población canaria sin intentos de protagonismo.
¿Existe la preocupación de que el garrote se convierta en una mercancía?
Sí, mucho. Vemos que hay personas que se nombran como maestros y como escuelas tradicionales para querer diferenciarse. El interés de nuestra Federación durante todos estos años ha sido huir de esos personalismos y divulgar de una manera seria y rigurosa el arte de pelear con garrotes. Para eso se potencia un trabajo en equipo de los integrantes de la Federación de Lucha del Garrote que garantice la conservación de todas las técnicas rescatadas y conservadas. No solo unas cuantas técnicas recogidas de un informante y transmitidas sin garantías de fiabilidad.
¿Cómo se mantiene la Federación fiel a sus raíces canarias?
Transmitiendo esta tradición tal y como se rescató. En las publicaciones de lucha del garrote de esta Federación se muestran a las personas mayores explicando las técnicas a la vez que son mostradas por los practicantes de hoy en día.
Esto no se contradice con el hecho de que se hagan competiciones, que resultan atractivas para la juventud, y que en esas competiciones se garantice la seguridad con protecciones que eviten accidentes.
Después de hablar con algunos de los clubes que se autodefinen como tradicionales, sentí una tensión entre ustedes dos. ¿Es mi percepción exacta?
No entiendo ¿Qué es un club tradicional? Alguna escuela que se dice tradicional aprendió en el ámbito de las investigaciones y enseñanzas de Jorge Domínguez Naranjo y, por tanto, del entorno de la Federación de Lucha del Garrote directa o, indirectamente, a través de algún club de los citados anteriormente.
La Federación de Lucha del Garrote Canario hace garrote tradicional, con garrotes tradicionales y con las técnicas rescatadas y traspasadas en línea directa de transmisión. Además, tiene una especialidad deportiva para las competiciones, pero eso no perjudica la enseñanza tradicional. Nuestro único interés es que el garrote sea parte de la sociedad canaria.
Es una lástima que haya personas que en vez de estar interesadas en esto, se dediquen a estar pendientes de lo que hace la Federación representante del Garrote Canario para estar continuamente desinformando y hablando mal del trabajo que se está realizando desde esta Federación.
¿Qué diferencia hay entre la lucha del garrote el juego del garrote?
Ninguna. Las personas mayores hacían referencia a pelear con garrotes, luchar al garrote o jugar el garrote. «Jugar» es sinónimo de «manejar» (escucha a d. Manuel Guedes hablando sobre estos términos). En su momento (hace más de 40 años), para la modalidad de garrote canario se eligió el nombre Lucha del garrote y es el nombre oficial reconocido por las leyes canarias del deporte desde sus inicios (véase el ejemplo de 1992 https://www.gobiernodecanarias.org/boc/1992/173/boc-1992-173-001.pdf ). ¿A alguien se le ocurre decir que van a hacer algo diferente al fútbol (football: balón pie) y llamarlo jugar a la pelota, y encima sostener que lo del fútbol no tiene validez?
Ese interés de diferenciarse ¿Podría ser afán de protagonismo? ¿Diferenciarse a toda costa, incluso a costa de tergiversar nuestras tradiciones? ¿Mejor ser cabeza de ratón que cola de león?
Es una diferenciación artificial promovida incluso por algunas personas desde el ámbito académico. ¿Interés para hacer publicaciones como si hubiesen investigado sobre el garrote canario y decir que es juego del garrote? Es algo que nos preocupa como canarios y canarias.
¿Usa la Federación en sus muestras ropa japonesa?
Nos asombra el desconocimiento que hay con nuestras tradiciones, incluso en ámbitos universitarios. La vestimenta que usa la Federación en sus actos es la tradicional: la masculina con camisa, nagüeta, fajín y, opcionalmente, polainas, chaleco y sombrero, y la vestimenta tradicional femenina con falda y demás complementos. Por supuesto, las personas pueden elegir qué ropa ponerse y lo más frecuente es que usen la nagüeta y camisa por su comodidad para una práctica de combate (esa comodidad la hace obligatoria en caso de competiciones). Esta ropa estuvo vigente en el siglo XVIII y todavía en el XIX, y está reflejada en grabados y fotos realizados en Canarias a lo largo de los siglos.
Consideramos una falta de respeto hacia nuestra cultura hacer una demostración de garrote con pantalones vaqueros, un fajín y una camisa o camiseta mal puesta.
Cuidar nuestra vestimenta tradicional es cuidar nuestra cultura.
¿Es la lucha del garrote una mezcla de juego del palo y artes marciales?
Esta pregunta sí que nos ha sorprendido. Quien haya hecho esta afirmación demuestra un total ninguneo hacia nuestras tradiciones además de desconocimiento. La lucha del garrote no tiene nada que ver con el juego del palo y, por supuesto, no está mezclada con otra cosa. Es parte del saber de nuestro pueblo. Una cultura muy rica que ha sabido generar un sistema de lucha muy completo. Suponemos que a las personas con pocos conocimientos en este arte de pelear con garrotes les sorprenda la gran cantidad de técnicas que tiene. Pero hay que tener en cuenta que el conocimiento que atesora esta Federación es el resultado de una tarea de rescate, recopilación y difusión de más de 40 años. Un tesoro que estuvo a punto de perderse y que pelea y seguirá luchando por seguir viva entre el pueblo canario.
¿Es la lucha del garrote una versión deportiva del garrote?
Este bulo está circulando últimamente y nos tememos que proviene de las mismas fuentes.
La lucha del garrote es el sistema de combate que usaban nuestros ancestros en toda Canarias para pelear y luchar con garrotes cuando la necesidad surgía. Estos garrotes recibían también el nombre de lata, lanza, asta o astia.
Como hemos dicho anteriormente, esta Federación ha tenido la suerte de contar desde antes de ser creada con las enseñanzas de Jorge Domínguez Naranjo, quien rescató esta práctica y la del tolete canario. En sus indagaciones contactó con más de 100 informantes en una investigación de 40 años contrastada y demostrada. A través de esta investigación, determinadas personas llegaron posteriormente a alguno de los maestros de la tierra para pretender hacer suyas enseñanzas parciales y querer diferenciarse.
Todas las técnicas recogidas han sido difundidas (publicaciones en libros y DVD, talleres, formaciones, etc.) a través de esta Federación de Lucha del Garrote, quien conserva esta tradición.
Por otro lado, la Federación, a la vez que trabaja y difunde este tradicional arte de combate, tiene una especialidad deportiva para quienes quieren competir sin preocuparse de dañar a la persona oponente con este arma tan contundente. En este caso se utilizan protecciones y garrotes adaptados.
Por lo tanto, la lucha del garrote es totalmente tradicional y cuenta, además, con una especialidad deportiva que facilita realizar competiciones sin riesgos, tal y como obligan las normativas deportiva y educativa.