El pasado fin de semana, La Laguna celebró el Aguere Warriors, un encuentro donde tradición, técnica y culturas compartieron un mismo terrero.

Entre disciplinas orientales y europeas como el karate, el aikido, el ninjutsu, el sambo o la esgrima histórica española, destacamos la fuerza de nuestras artes de combate, herederas de una identidad combativa forjada en la historia del archipiélago.

La lucha del garrote y el tolete ocuparon un lugar protagonista, no solo como muestras de destreza técnica, sino como símbolos vivos del patrimonio cultural de Canarias. Estas disciplinas, transmitidas durante generaciones, representan una conexión directa con la tierra y con una manera de entender el combate basada en el respeto, el equilibrio y la defensa personal.

El garrote y el tolete demostraron su versatilidad, combinando la elegancia del movimiento ancestral con la eficacia adaptada a contextos modernos. Junto a la lucha canaria, conforman un legado que sigue avanzando gracias a la pasión de sus practicantes y a eventos como este, que los sitúan en diálogo con otras artes marciales del mundo.